Cuando el trabajo deseado no es siempre un amor a primera vista

Cuando el trabajo deseado no es siempre un amor a primera vista

Hace más de una década en el libro la “Guerra por el talento” Michaels hablaba de que la contratación cada vez sería más competitiva. Desde ese momento el reclutamiento ha requerido un gran esfuerzo. Se anima a todos los profesionales que nos dedicamos a la gestión de personas en este sentido. Manifiestan que las proporciones que incrementan las habilidades organizativas incluidas en el proceso de contratación tiene un influjo positivo en el capital humano de la organización. Como consecuencia, se recomienda a la organización que gestione el reclutamiento y la selección de manera eficaz si quiere ser exitosa en el mercado laboral.

La marca empleadora es una clave importante para desarrollar nuevos principios de talento. Puede ayudar a las organizaciones a aumentar sus tácticas para atraer potenciales candidatos antes de que envíen su solicitud para el puesto. El realizar una candidatura a un puesto de trabajo no sólo es realizar esa solicitud sino que incluye otros pasos. La cuestión aquí es ¿Qué ocurre una vez que la organización consigue que un solicitante postule a un puesto de trabajo?

Hay una fase especialmente crítica para las organizaciones en este sentido y es cuando los solicitantes a un empleo reaccionan al “trato” que se les da entre el momento de optar al puesto a través de la solicitud y la oferta para el trabajo real. ¿Se acrecienta la figura de la atracción de talento entre el solicitante y la organización, que luego se encamina hacia aceptar el puesto ofertado?

Cuando alguien opta a un puesto de trabajo su opinión sobre esa organización se basa normalmente en videos corporativos, información obvia que se encuentra en la red etc. No es algo extraño que los que están realizando una transición en su carrera profesional cuestionen si esta información ofrecida es veraz y tenga un sentimiento de inseguridad hacia esa organización. Sin dudarlo durante esta época el trato que demos al solicitante en esta fase es vital para saber cómo serán las relaciones de la organización y con el resto de miembros. Si trasmitimos valores como equidad, igualdad sin duda estaremos incrementando el atractivo de nuestra organización.

Podríamos imaginar que el impacto en el cliente potencial se forma de manera rápida en las primeras interacciones con la organización. Pero se ha podido demostrar que a veces no es amor a primera vista y la percepción puede ir cambiando con el tiempo. Las organizaciones pueden impulsar el desarrollo de relaciones positivas por ejemplo contestando a las solicitudes de empleo de forma rápida y personalizada. Es vital el buen momento pero también la calidad y no es una cuestión únicamente de la información que se transmite sino el trato que se profesa a las personas que opta al puesto de trabajo.

¿Qué deberían hacer las organizaciones para respaldar que los desenlaces positivos de la fase inicial continúen en todas las fases posteriores?


• Debemos considerar el proceso de contratación como un procedimiento de principio a fin desde la óptica del solicitante. La etapa más débil determina la victoria.


• Las posibles colaboraciones podría diseñarse como una experiencia o servicio usando para diferenciarse de la competencia. Una de las técnicas más usadas es el camino que realiza un cliente para saber qué puntos son mejores para poner en contacto a organización y comprador potencial para posibilitar que el interés de compra discurra hacia una conducta de compra real.